Conocemos los riesgos y los asumimos conscientemente
Las oportunidades que quedan por desbloquear están allá dónde nadie las está buscando, aún.
Por eso, ante los retos y el riesgo, siempre optamos por una aproximación audaz, siempre desde nuestro profundo conocimiento de la ingenieria aeroespacial. Solo así y con una mentalidad resolutiva podremos convertir la disrupción en el nuevo estándar.
Puede que la mayor innovación ya haya sucedido
No nos gustan las respuestas por inercia, así que escapamos de la órbita del debate entre el old y el new space y nos quedamos con lo mejor de ambos mundos.
Testear con éxito un concepto propuesto hace décadas como el motor aerospike nos ha enseñado que nunca hay que reinventar la rueda y que hay que ser profundamente conocedores del talento que nos precede… sin renunciar al que vendrá.
Más de catorce nacionalidades, incontables perspectivas
Atreverse más, atreverse mejor
No lograremos llevar la economía espacial más allá si no le sumamos el próximo millón de actores.
Solo eso hará que emerjan nuevas posibilidades y beneficios para la humanidad. Y ese logro tremendamente ambicioso pasa por mejorar, abaratar y hacer más eficiente el acceso al espacio. Sí, nos arriesgamos, pero ¿qué innovación se ha logrado sin ir más allá de lo establecido?
